>>6931072Cringe being delivered
Sobre el sentido del ser humano
Tú y yo en este mundo irracional. Pero al fin y al cabo… ¿Quién onions yo? ¿O tú? Eso poco importa, amigo, porque la respuesta nos es concedida tanto del cielo como del infierno: el ser humano es un ser corrupto, un ser condenado al vacío, una masa de terrores, instintos y bajezas echas carne que tan solo aspira a balbucear la palabra ‘eternidad’ frente al avance inexorable de las huestes de la muerte.
La putrefacción engalanada con brillantes armaduras negras, que cubren nada, porque el tiempo no tiene cuerpo.
Todos han mordido el polvo y nosotros no seremos menos. El demente es el más cuerdo de los humanos, ¿Qué importa el progreso, el conocimiento y el amor si estamos condenados a morir? Este es el sentido trágico de la vida. El mismo que solo Rorchach y Miguel de Unamuno se atrevieron a mirar a la cara.
Mantenemos el disco de vinilo girando en la eternidad, un burdo esfuerzo por intentar dar sentido a lo irracional.
Al final, la vida es como un charco, solo cuando lo miramos durante siglos, creemos que tiene una forma, cuando tan solo es un charco, un vacío de tierra cubierto por una materia tan débil como la humanidad frente a la muerte.
El ser humano que ha descubierto esto está condenado, no solo a la muerte, sino al horror y a la locura. Al aterrorizarse cuando mira al abismo sin fin, hacia el vacío. Una vez que un hombre ha visto eso, jamás puede hacer como si no existiera, no puede volver la espalda.
Porque el abismo siempre devuelve la mirada.