El cielo, siempre ha sido el cielo. Ellos no lo saben, porque nunca han habierto los ojos, pero yo si. Es ese grito, me acaricia la nuca con su calor. Los gritos son los que me hacen retorcerme en la noche y soñar con las palabras vacias. Gente falsa, fantasia de poder es lo unico que son los sueños de la noche. Solo los sueños del dia me dan la compañia qu necesito. Se acurrucan a mi costado acariciando mi piel roja con el sol. Cantamos historias hacerca de la ciudad hexagonal, de sus habitantes, de sus historias. Historias, historias que nunca he vivido y nunca vivire. Solo puedo observarlos, sonreír y llorar, gritar y bramir con sus cuerpos agitas. Son ellos, los felices de la vida que no necesitan observar el horizonte para asegurarse de que todavia hay sangre en sus venas. Ellos viven miles de historias en las que las cosas tienen razon y sentido, en donde todo es cierto y en donde se puede vivir con verdadera pasion. No lo entiendo, no entiendo porque no puedo estar con ellos ¿Sera porque nunca ha sudado mi frente en labor voluntariosa? ¿o acaso Dios me maldijo de tal manera que no puedo ver entre sus demas criaturas? La carne es debil, siempre debil. No aguanta el esfuerzo, no aguanta nada. Mi cabeza irradia verguenza a travez de la sangre. Un mentiroso, onions un mentiroso, ¿para que engañarlos? Voy a morir aqui, solo, sin razon alguna. Silencioso, solo, silencioso. Se tardaran dias en siquiera darse cuenta. Una voluntad confusa, una accion decuidada me jalara de las piernas por la noche hasta la boca del infierno.