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Tomo la cara de Hina con mis dos manos suavemente, la volteo hacia mi, la miro directamente a sus ojos mientras ella me mira sorprendida. Lentamente junto mis labios con ella, dejando que su respiración me roce mis labios y mentón. Hina sin sa3que hacer, se queda inmóvil, por lo que aprovecho para morder su labio inferior, después frotamos nuestros labios. Puedo saborear sus labios, chocolate inunda mis sentidos, la abrazo por la espalda y la empujo contra mí. Hina no sabe que hacer frente a la situación, su mente se va a blanco y cede su cuerpo, dejándose llevar. Sigo saboreando sus labios, y cuando siento que ya no está tan rigida, procedo a invadir su boca, sus ojos ahora con lagrimas, brillan bajo la luz de su lampara de habitación. Subo una mano por su espalda, mientras presiono para sentir sus pechos presionados contra mi torso, luego tomo su cabeza entrelazando mi mano entre su cabellera. Ataco con mi lengua su boca, juego con su lengua apasionadamente. Hina, se pone colorada de vergüenza, ya aceptando su destino, comienza a disfrutar igualmente. Cuando noto que ella quiere jugar con su lengua, me separo del beso, ella queda con una cara expectante, su pecho sube y baja, rozando mi torso, noto que sus pezones se ponen duros. Me separo de ella, la tomo por su brazo y la arrojo sobre su cama.
